Notas sobre un agonizante verano..
El día comenzó de una forma bastante ordinaria, algo luminoso para mi gusto pero un pero nada fuera de lo común. En un momento del de la tarde decidí tomar un descanso y al ver por mi oficina me di cuenta que aquel brillo seguía mas no con la misma intensidad a la que estaba acostumbrado estos primeros meses del año. El cambio fue tan sutil que no le preste mucha atención hasta que salí de la oficina.
Una vez fuera me percate que las cosas ya no eran como antes. Un tenue olor a cenizas acompañaba al viento de la tarde. Un olor tan característico del verano que me hace recordar mis días en los que pensar quedarme una tarde en mi cuarto era un insulto. Fue en aquel momento que pase la puerta y me detuve un instante cuando percate de que ya aquella época que conocemos como verano estaba agonizando. Al ver al cielo ya ese naranja intenso que adornaba los meses de diciembre y enero era solo un nostálgico recuerdo, reemplazado por el aun más melancólico rojo me hizo sentir que una vez más el tiempo me ha abandonado y que soy demasiado insignificante en comparación al entorno que me rodea.
Di una vuelta, y me puse a observar a las personas que estaban alrededor, vecinos de la barriada, compañeros de trabajo, gente de la calle y todos seguían como si nada hubiera pasado. Es como si cada quien tuviera un pequeño mundo en el cual el centro son ellos y los demás son simple extras. Me hace pensar que la gente no mira a su alrededor a menos que ello les afecte en forma significativa. Ya es raro ver que alguien se dé cuenta de cambios tan pequeños como la coloración del cielo en una tarde, la dirección del viento, el patrón de canto de los pájaros, la sutil caída de hojas de un árbol o incluso del deterioro gradual de las cosas… me hace pensar que es que yo miro demasiadas cosas innecesarias o, que a lo mejor no soy de esta época.
Me gustaría sentir la normalidad a ver que se siente ser como el resto…. Supongo que una felicidad inducida o un sentimiento de conformidad colectivo…. A fin de cuentas, una estabilidad que no tengo en estos momentos…
Ja ne…
Una vez fuera me percate que las cosas ya no eran como antes. Un tenue olor a cenizas acompañaba al viento de la tarde. Un olor tan característico del verano que me hace recordar mis días en los que pensar quedarme una tarde en mi cuarto era un insulto. Fue en aquel momento que pase la puerta y me detuve un instante cuando percate de que ya aquella época que conocemos como verano estaba agonizando. Al ver al cielo ya ese naranja intenso que adornaba los meses de diciembre y enero era solo un nostálgico recuerdo, reemplazado por el aun más melancólico rojo me hizo sentir que una vez más el tiempo me ha abandonado y que soy demasiado insignificante en comparación al entorno que me rodea.
Di una vuelta, y me puse a observar a las personas que estaban alrededor, vecinos de la barriada, compañeros de trabajo, gente de la calle y todos seguían como si nada hubiera pasado. Es como si cada quien tuviera un pequeño mundo en el cual el centro son ellos y los demás son simple extras. Me hace pensar que la gente no mira a su alrededor a menos que ello les afecte en forma significativa. Ya es raro ver que alguien se dé cuenta de cambios tan pequeños como la coloración del cielo en una tarde, la dirección del viento, el patrón de canto de los pájaros, la sutil caída de hojas de un árbol o incluso del deterioro gradual de las cosas… me hace pensar que es que yo miro demasiadas cosas innecesarias o, que a lo mejor no soy de esta época.
Me gustaría sentir la normalidad a ver que se siente ser como el resto…. Supongo que una felicidad inducida o un sentimiento de conformidad colectivo…. A fin de cuentas, una estabilidad que no tengo en estos momentos…
Ja ne…
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